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te moriste, para mí
al menos
te moriste y yo
que nunca quise quererte
que nunca supe cómo
ahora sé
que te moriste
desde la pobre mentira que ya hace tanto de mis ojos
y que creció igual que una planta desgarrada
te moriste, para mí
te moriste
cuando en el medio del patio pisé la tierra
lo supe
te moriste
y te volviste a morir y sin embargo
como la pobre enredadera cubre el muro
y reverdece su escultura para olvidarla
así mi cuerpo se olvida al volver tu abrazo
como si no hubiera muerte en el fondo
como si fuera apelable o acaso inútil saberlo,
que te moriste
te moriste
y sin embargo
entro a tu casa esa herida que late en el medio del barrio
entro en tu herida en tu cama sin ángeles
que miren por mis piernas 
cansadas, y el pájaro
que imagino sobre el árbol que aún no nace
grita pérdida